La reconstrucción del Chelsea está en
marcha. El próximo objetivo es un jugador desequilibrante que complemente a
Mata y el belga da el perfil
Claramente no están corriendo los mejores tiempos en las
instalaciones de Stamford Bridge. A
pesar de que hace apenas año y medio que las vitrinas del estadio blue se engrosaron con los títulos de Liga y Copa, las sensaciones han dejado de ser positivas. El tiempo pasa
para todos y la plantilla del Chelsea
lo nota más que otra porque los miembros que la componen son en gran cantidad
jugadores más cerca de la edad del retiro que de la del debut. Nueve jugadores
tienen o tendrán durante este 2012 entre 30 y 37 años. La necesidad de
regenerar la plantilla era clara desde hace unos años y Roman Abramovich no ha perdido el tiempo. Bueno, no ha perdido
demasiado, porque la verdad es que le ha costado encontrar las piezas
necesarias para reemplazar a sus estrellas. Por ahora ha conseguido fichar a un
jugador joven por puesto. La portería
estará en manos de Thibaut Courtois,
arquero en el que se tienen puestas muchas esperanzas y que está realizando un
buen papel cedido en el Atlético de
Madrid. En defensa se apostó por el brasileño David Luiz, ex del Benfica,
que por ahora no ha terminado de mostrar todas las cualidades que le hicieron
famoso en Da Luz y se está intentando incorporar al futuro líder de la zaga
inglesa, Gary Cahill, del Bolton. Para el centro del campo se
apostó por Oriol Romeu, un canterano
del Barcelona sin experiencia en la
máxima competición pero que se ha metido en el bolsillo a Villas-Boas con su contundencia a la hora de tapar huecos y su
capacidad organizativa; aunque su fichaje tiene el problema de que el Barça
puede recuperarlo en cualquier momento. La mediapunta corre a cargo de Juan Manuel Mata que se ha ganado a la
afición blue desde el primer momento,
dando un altísimo nivel en la mayoría de compromisos que ha disputado con el
Chelsea hasta la fecha. La primera gran incorporación fue la de Fernando Torres el pasado mes de enero
por 58 millones de euros, demasiado dinero para el rendimiento que ha dado el
de Fuenlabrada, pero en el Bridge se confía en que explotará.