domingo, 17 de abril de 2011

Sensaciones de la primera etapa del Tour del Clásico

Pepe intenta rematar ante Keita y Valdés. //Marca.com

Primera etapa del Tour del Clásico se resolvió con un final apretado. Ni la foto finish pudo dirimir el vencedor. El 1-1 final ha dejado diferentes sensaciones a cada uno de los equipos contendientes. Al Real Madrid le ha dejado un sabor agridulce en sus papilas. Agrio por tener que asumir a falta todavía de seis jornadas por disputarse, que han perdido la Liga por tercera temporada consecutiva ante su máximo rival. Y dulce porque durante 52 minutos fueron capaces de ser iguales o superiores que el mejor club del mundo en posesión del balón. Porque eso fue lo que pasó, que el Barcelona no soltó el esférico durante prácticamente los noventa minutos del choque. El planteamiento que dispuso José Mourinho en el terreno de juego del Bernabéu, a pesar de que lo calificaran como propio de un equipo menor y con miedo del rival, no deja de ser una táctica muy inteligente. Desde que Pep Guardiola asumió el mando del Barcelona en el verano de 2008, ningún equipo que haya jugado de tú a tú a los azulgrana ha conseguido sacar un resultado positivo. Más bien se habrá llevado una buena tunda. Centrémonos en dos partidos de esta misma temporada. Si preguntamos a los jugadores y técnicos del Barça por un equipo que les haya creado verdaderos problemas, seguramente nos digan que el Shakhtar. Los ucranianos salieron al Camp Nou para intentar ganar al Barcelona, sin encerrarse atrás y buscando en todo momento quitarles el balón para jugarlo. El resultado, se volvieron para su país con una manita en la maleta. Lo mismo le pasó al Real Betis en Copa. Por el contrario, los conjuntos que han conseguido sacar puntos contra el Barcelona han sido aquellos que han aparcado el autobús en el balcón del área, intentando robar y salir rápido a la contra cuando el Barça estuviera volcado en el ataque. Así pasó contra el Hércules en el Camp Nou o contra el Sporting en el Molinón. Por no hablar del enfrentamiento de Liga de Campeones del curso anterior entre Barça e Inter de Milán.

De no ser por la presión mediática que hay en el banquillo del Real Madrid, Mourinho habría salido en el partido de la primera vuelta exactamente igual que como lo hizo ayer. Con el llamado ‘trivote’ y sin Özil en el once. El propio ‘Mou’ lo corroboró al quitar al alemán tras el descanso. Ayer el portugués tomó las riendas y jugó como quería jugarle al Barça. Descubrió en San Mamés que Pepe es un válido volante tapón, fuerte y contundente al corte, persistente en la marca y con una habilidad quizás mayor que Lass a la hora de sacar el balón jugado. Pepe estuvo omnipresente en la medular blanca, muy junta durante gran parte del Clásico. Tan junta que ante el inicio de jugada del Barça, los culés se encontraba con una tela de araña de seis jugadores blancos que convirtieron a Piqué y Busquets en los jugadores con más posesión del esférico. Al Barça le costaba un infierno atravesar el entramado defensivo blanco y sólo la inspiración de Iniesta y Messi consiguió desestabilizar al Madrid, consiguiendo que Iker se luciera. Esa maraña del mediocampo provocaba innumerables pérdidas de balón culés que propiciaron varios contragolpes peligrosos. De hecho, a pesar del sistema táctico blanco, puramente defensivo, las ocasiones de gol se repartieron equitativamente entre ambos equipos durante los primeros 45 minutos de choque. Sólo un error infantil de Raúl Albiol permitió a Messi marcarle su primer gol a un equipo de Mourinho. La expulsión del central español obligó a Mourinho a recolocar a Pepe en su puesto natural, el centro de la defensa. Entonces, el Barcelona comenzó a jugar a placer. Hasta que The Special One reaccionó poniendo a Ramos de central e incorporando a Arbeloa al lateral derecho, devolviendo a Pepe al medio. El Madrid creció y mucho. Creó peligro, empató y pudo ganar. También pudo ganar el Barça de no ser por la nefasta noche del ‘Guaje’.

Pero lo sucedido anoche en Chamartín deja un poso agradable en el madridismo, que sabe que lo del 5-0 fue un accidente y tiene arreglo. El barcelonismo, por ahora, sabe que ha ganado la primera etapa a su eterno rival en el sprint. Ahora llega el primer gran puerto de primera categoría en el Tour del Clásico. El Real Madrid se quemó en la etapa de ayer y pierde a uno de sus gregarios, Raúl Albiol, pero se ha dado cuenta de que no están tan debajo del Barça como parecían estar después del 29-N.