jueves, 2 de diciembre de 2010

El calvario del pasillo



Es, sin duda, uno de los momentos más recordados por los aficionados madridistas. El equipo entrenado entonces por Bern Schuster había ganado matemáticamente la Liga, una semana antes, en El Sadar, con un gol in-extremis de Gonzalo Higuaín. Y, como suele ser habitual, los siguientes rivales del equipo campeón reciben a éste con un pasillo de honor, en homenaje al mejor equipo de la temporada. Casualidades de la vida, la jornada 36 de la Liga, una después del partido de Pamplona, había deparado un ‘Clásico’ en el Bernabéu. Y como no podía ser de otra manera, las cenizas del Barcelona de Frank Rijkaard vieron su final con un doloroso pasillo al Real Madrid. Y no sólo eso, sino que recibieron una goleada como no se veía desde 1997, cuando el equipo de Jupp Heynckes endosó un 4-1 al de Van Gaal en la Supercopa. Ese 7 de mayo escoció en lo más profundo del alma de los barcelonistas, que juraron venganza. Y, sin ninguna duda, la están cumpliendo… y con creces.
Primer aviso
La temporada siguiente se llegó al ‘Clásico’ del Camp Nou con un cambio de papeles muy importante. Schuster acababa de ser destituido, además de por perder contra el Sevilla en el Bernabéu por 3 – 4, por asegurar que no podían ganar al Barcelona. Esa actitud no gustó en la cúpula blanca, que decidió sustituir al alemán por Juande Ramos. El técnico andaluz tenía su primera gran prueba en su segundo partido. Y salió con miedo. El Real Madrid dispuso un planteamiento muy defensivo, que casi sale victorioso, si Royston Drenthe no llega a fallar un mano a mano con Valdés. Pero dos goles en los momentos finales de Eto’o y Messi derrumbaron el entramado de Juande.



Pero lo que no se imaginaba el bueno de Juande era la que se le vendría encima en el partido de la segunda vuelta. El Madrid estaba a cuatro puntos del Barcelona. El equipo de Guardiola estaba a punto de lograr el triplete, ya que estaba en la final de Copa y en la Final de la Champions. Era la última oportunidad para los blancos de recortar distancias en la clasificación. Pero el Barça ganó 2 – 6. Una goleada humillante y vergonzosa para el Real Madrid. Y también un comienzo de celebraciones para el Barcelona que se estiró hasta la final del Mundial de Clubes en Abu Dabi.
Cinco partidos, cinco victorias
Con Guardiola en el banquillo azulgrana, el Real Madrid no sabe lo que es ni puntuar contra el Barcelona. El año pasado perdió ambos partidos, 1 – 0 en Can Barça y 0 – 2 en Chamartín. Y otra Liga para el Barcelona. Este año ha empezado aún mejor para los intereses barcelonistas. Una manita que recuerda la de 1994, con Pep en el campo. Los madridistas sólo esperan que se repita la historia y se devuelva en los próximos partidos.