sábado, 1 de mayo de 2010

Italia, a la caza de Brasil



Italia consiguió en 2006 su cuarto Mundial ganando a Francia en los penaltis

Parece que fue hace un par de meses, que no ha pasado casi tiempo, pero ya hacen 4 años desde que Fabio Cannavaro levantó al cielo de Berlín la cuarta Copa del Mundo de Italia. Aquel, el último encuentro oficial del maestro Zinedine Zidane, dejó claro al mundo quién es la segunda potencia futbolística mundial. Y no precisamente por la calidad de su fútbol, sino por las estrellas que luce en su escudo. Sólo la gran Brasil supera a los azzurri. En Sudáfrica se verá el primer asalto por la corona de mejor selección de la Historia.

Cannavaro trata de parar a Kaká durante el Italia 0 - 3 Brasil de la Confederaciones

La selección italiana de hoy es bastante diferente a la que triunfó en Alemania 2006. Sólo sobreviven los más viejos del lugar: el capitán Fabio Cannavaro y el seleccionador, Marcelo Lippi. Con ellos aparece una nueva generación de jóvenes jugadores con un gran potencial, pero que quizá aún no ha llegado su gran momento. Estos jóvenes son los Pazzini, Criscito, Pepe, Montolivo... Todos estos jugadores han subido su nivel desde 2006 considerablemente, pero la demostración de que no están a la altura de los actuales campeones del mundo lo demostraron en su fracasado paso por la Copa Confederaciones. Pero estos jóvenes no van a venir solos. Los clásicos de Italia los abanderarán. Pirlo, Gattuso, Chiellini y Buffon aseguran poderío en la selección italiana.

Pazzini celebra un gol con la maglia azzurra

El grupo de Italia no es complicado, de hecho, se podría decir que es el más fácil de todos. Ni Paraguay, ni Nueva Zelanda, ni Eslovaquia son rival, en principio, para el plantel de Lippi. Luego, dependiendo de su clasificación en el grupo, puede cruzarse con la Oranje, de Robben, Sneijder y Kuyt, entre otros grandes cracks, que ya les dieron a los transalpinos un severo repaso en la Euro'08. Pero Italia es Italia y el Mundial es su competición por excelencia. Así que nada del pasado puede afectar a los jugadores de la selección italiana.

Lippi quiere seguir haciendo historia con su país

Puede verse como una motivación, no como una obligación, pero Italia está otra vez ante su oportunidad de coronar el Olimpo del fútbol mundial e igualar a Brasil con cinco estrellas de campeón del Mundo. Desde LLDC no creo que los jugadores azzurri sean capaces de conseguir tal objetivo... pero Lippi sí.

viernes, 30 de abril de 2010

Mundial 2010, la confirmación



Sergio Ramos, Villa e Iniesta celebran uno de los goles a Francia en París

La selección española llegará a Sudáfrica, quiera o no, como la principal favorita a levantar la Copa del Mundo el 11 de julio. Más que nada, porque ha hecho méritos para ello. España, de no ser por el tropiezo -inexplicable, si se me permite la licencia- en semifinales de la Copa Confederaciones contra Estados Unidos en semifinales, habría establecido un nuevo récord de partidos imbatida. Durante esos encuentros sin conocer la derrota, España deslumbró al mundo entero levantando la Eurocopa en Viena el pasado 29 de junio de 2008. Y, además, ha ganado a los cinco campeones del mundo que se ha enfrentado (Argentina, Alemania, Francia, Italia e Inglaterra). Sólo ha faltado ganar a Uruguay y Brasil para completar el pleno de campeones.

Capdevila pasa el balón ante la presencia de Higuaín

Pero España no sólo se caracteriza por ganar a grandes y pequeños equipos. Sino también porque no hay ninguna selección en el mundo que haga el fútbol que hace España. La selección dirigida por Vicente del Bosque trata mejor que nadie el esférico; mueve el balón con suma facilidad en el centro del campo, que se puede considerar el mejor del mundo. Xavi, Fábregas, Iniesta, Silva, Alonso, Busquets, Jesús Navas, Senna... Esos son los que juegan, porque luego hay otros tantos que se quedan fuera de la lista, como son Arteta, Granero, Casquero, Javi Martínez, Juan Rodríguez... Por no hablar del ya rayado debate de la portería. La variedad y la cantidad de jugadores con los que cuenta la selección en todas las posiciones, hace que el en principio tan deseado trabajo de Del Bosque se convierta en una dura decisión a la hora de dejar a alguno de esos jugadores fuera de la lista.

Jesús Navas, recibiendo indicaciónes de Del Bosque justo antes de debutar

España llega a Sudáfrica y encuentra en sí misma a su peor enemigo. Si la selección juega como sabe, si continúa haciendo el fútbol que le puso a la cabeza de la clasificación de la FIFA, España no debería tener rival en la competición por antonomasia del fútbol. Evitar la ansiedad, el miedo escénico, ser ellos mismos. España tiene ante sí una oportunidad única en la vida. Tiene una generación de jugadores que no va a durar para siempre -qué duro es pensarlo- y, si no es ahora, nunca tendrá una estrella dorada en su zamarra roja.